Ñus en Masai Mara
En las sabanas africanas
viven especies tan singulares como el león, el elefante, el guepardo, el
rinoceronte o la jirafa. En las pozas y lagos se refrescan los hipopótamos, y
entre los pastos corren rebaños de vistosas cebras y ágiles gacelas y
antílopes, ante la mirada de avestruces, facóqueros y hienas. Pero hay un
animal mucho menos vistoso, de aspecto cubista, escuchimizado, un caballo con
cabeza de toro, que es, sin duda el símbolo de las sabanas de Masai Mara y el
Serengeti: el ñu.
Estamos en octubre, y
mientras recorremos Masai Mara anonadados por la abundancia de fauna nos
cruzamos con cientos de rebaños que caminan rumbo al sur, en uno de los
acontecimientos más espectaculares que pueden observarse en esta zona, la
migración de los ñus.
Serengeti-Mara es una
enorme área de sabanas que engloba el Parque Nacional de Serengeti al norte de
Tanzania, con 13.000 km², la Reserva Natural de Masai Mara, su prolongación en
Kenia, mucho menor, 1.500 km², aunque igualmente espectacular, y sus áreas
periféricas. Durante la estación húmeda los herbívoros se reparten por
Serengeti, Masai Mara y el cráter de Ngorongoro, pero a partir de abril los
pastos del sur comienzan a secarse y los grandes rebaños, sobre todo de ñus,
pero también de cebras y gacelas de Thompson, comienzan su migración al norte,
a los pastos más húmedos de Masai Mara, donde permanecerán durante el verano.
Al comenzar las lluvias otoñales el fenómeno se repite en dirección contraria
para aliviar la presión de herbívoros acumulados en Masai Mara y la competencia
por el alimento.
Aunque esta migración es
un proceso natural, su actual magnitud se debe al exponencial crecimiento que
han sufrido las poblaciones de ñu en la región, que han pasado de cerca de
250.000 ejemplares en las décadas de 1960 y 1970 a un millón y medio en la
actualidad.
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