Fjällbacka
Uno de los mayores tesoros de Suecia es la escarpada
costa de Bohuslän, una preciosa sucesión de islas y pequeños fiordos bañados
por el estrecho de Skagerrak, parte del Mar del Norte. Bohuslän se extienden al
suroeste del país, desde el norte de Gotemburgo hasta la frontera con Noruega,
país al que perteneció en el pasado esta provincia histórica, hoy integrada en Västra Götaland.
Una red de pequeñas carreteras recorre la región,
al oeste del la autovía E6 que une Gotemburgo con Oslo. Elegimos la ruta más
próxima a la costa, larga y sinuosa, pero que nos permite descubrir paisajes
inolvidables. Alternando con bellos fiordos y masivos afloramientos de granito
hay pequeños pueblos con sus características cabañas de madera, muchas pintadas
del color rojo que originalmente se obtenía de las tierras cupríferas de las
minas de Falun, en Dalecarlia.
Uno de los pueblos más conocidos, e importante centro
turístico, es Fjällbacka. Se desarrolló gracias a la actividad pesquera, sobre
todo del arenque, prosperando con las fábricas de aceite de pescado y
salazones. En la actualidad la pesca, en decadencia, convive con el turismo,
que ha pasando a ser la actividad principal. De hecho, la población invernal,
de unos mil habitantes, se multiplica por veinte durante el verano. Aunque la
belleza del pueblo y su entorno son su gran atractivo, dos mujeres han ayudado
a su difusión, la actriz Ingrid Bergman, que durante sus estancias en Suecia se
alojaba aquí, y la escritora Camilla Läckberg, nacida en este pueblo, que es además
el escenario de sus novelas policiacas.
El pueblo es pequeño, y cualquier paseo que se dé
pronto desemboca en los muelles, donde hay bonitas y coloristas vistas en
cualquier dirección que se mire, con multicolores cabañas y la flota pesquera
compartiendo el espacio con las embarcaciones de recreo.
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